Nuestro calle se hizo un río

Hace poco escribí que las lluvias habían llegado a Tarija. ¡Ahora se puede decir que eso es quedarse corto! Había tanta lluvia hoy, ¡que nuestra calle se ha hecho un río!

En cosa de pocos minutos, el día bello, soleado y caliente se transformó en un aguacero torrencial con viento, truenos y relámpagos. Muy emocionante. Se convirtieron la calle en un río y el estacionamiento cercano en una alberca.

Ahora sabemos donde entra el agua por las ventanas. Pues, parece que la tarea de Martin mañana será comprar
silicio para calafatear los marcos de ventana.

Lo bueno es que es cálido, entonces después de la tormenta que duraba dos horas, salió el sol.

La aventura boliviana continúa...




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