Parecía y sonaba como una zona de guerra

Había fuertes explosiones, estallidos de luz, y el olor acre de humo. Parecía y sonaba como una zona de guerra.

Al dar las doce de medianoche se alborotaron los cielos sobre Tarija. Las nubes se volvieron de ser malhumoradas y rebosantes de lluvia a ser multicolores formas radiantemente iluminadas con la negrura de la oscuridad como telón de fondo. Era ensordecedor el ruido y majestuosamente bella la vista. El estruendo de cohetes que explotaban en el aire retumbaba bien entrada en la noche.

A los bolivianos les encantan los cohetes en el mejore de los tiempos, y la exhibición de fuegos artificiales este Nochevieja fue lo mas impresionante que habíamos visto. Abarcaba toda la ciudad. ¡Fue muy
festivo y hermoso!

Después, las calles estaban llenas del olor acre del humo de los cohetes, como una zona de guerra.

El mundo occidental cree que saben hacer una exhibición pirotécnica, pero no es nada comparada a la extravagancia de los latinos, quienes tienen los cohetes en su cultura y sangre. ¡Ellos son los maestros!

Tal como decimos: “¡Únicamente en Bolivia!”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario