Durante nuestro último viaje en la senda de turistas nos dimos perfecta cuenta de que nos estamos amoldando. Fue una sensación rara, aún más al escuchar a otras turistas hablando de las barracas y el !!!! que habían visto. Habíamos visto esos mismos lugares pero no de la misma manera. Queríamos proteger Bolivia.
Observamos que todos tenían sus mochilas a la moda y nos preguntamos: "¿Debemos comprar uno para el viaje?" Luego decidimos que no, llevaríamos nuestras cosas en una bolsa plástica. Esto es una mala señal (o quizás una buena señal). ¡Los bolivianos utilizan tales bolsas para cualquiera!
Me sorprendió ver la mayor parte de los gringos escuchando a sus iPods, mandando mensajes, o leyendo, puesto que había tantas cosas increíbles de que tomar fotos. Todos eran muy indiferentes en cuanto a la experiencia de viajar en sí. Fue como si estuvieran en su mundo
privado con un letrero de “No molestar”. Para mí fue extraño y triste. Martin y yo hemos sacado las mejores fotos sobresaliendo de las ventanillas del autobús, y algunas de las vistas mas impresionantes están a orillas del camino. Tratamos de evitar dormirse en el autobús, ¡para que no perdamos nada!
También hemos pasado tiempo con los padres de Martin visitando muchos sitios turísticos. Nos encantamos ver todos estos lugares. Ahora tenemos un aprecio más profundo de las actividades y los lugares de la zona.
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